El Mundo Del Gato

Hace unos días me bajé, por medio de eMule (el día que se inventó este bendito programa debería venir en rojo en el calendario), la película Freaks, de Tod Browning (el creador del “Drácula” de Bela Lugosi).

Es una película de 1932 ( 75 añitos ya, casi na`), que actualmente está considerada un clásico, y para muchos es la obra maestra indiscutible de Tod Browning.

En Español se le dejó el título “Freaks” (fenómenos), y se le añadió el no muy respetuoso (en mi opinión) subtítulo: “La Parada de los Monstruos” (por lo visto, la tradición española de traducir las cosas como nos da la gana viene ya desde los comienzos).

La película es muy conocida en E.E.U.U. y no sé en otras partes del mundo, pero en España creo que no mucho... hay que reconocerlo: aquí la mayoría no estamos muy por a labor de ver al león de la “Metro” rugir en blanco y negro...y el hecho de que en España no fuera traducida y haya que leer los subtítulos (eso contando con que tengamos suerte y la encontremos subtitulada, que ya es bastante difícil) no ayuda precisamente.

Si escribo aquí sobre la película, haciendo esta especie de “Crítica-chusquera-aficionada”, es porque la película me impactó realmente...y, visto que el debate sobre si es una obra maestra o un retorcido intento, por parte de Browning, de ganar dinero aprovechándose del morbo que lo “diferente” parece despertar en la gente, continúa hasta el día de hoy, se me ha ocurrido aportar también mi humilde (y me temo que enorme, viendo todo lo que he escrito y todavía no he empezado) opinión.

Freaks”, que ahora significa “frikis,” es una palabra que significa en realidad “fenómenos”, ya que esta película narra la vida de un grupo de personas nacidas con distintas anomalías que se ganan la vida como los que por aquél entonces se conocían como “fenómenos de circo”.

El argumento de la película es de lo más sencillo: Cleopatra (Olga Baklanova), la trapecista del circo (y la guapa guapíssssima) seduce a Hans (Harry Earles), uno de los enanos del circo (no me gusta mucho usar la palabra “enano” pero no sé cómo se llama ese tipo de enanismo) para que este le vaya prestando dinero, (ya que incomprensiblemente Hans parece tener mucho más dinero que todo el circo junto) y así Cleopatra se va beneficiando del dinero de Hans, junto con su verdadero amante, Hércules (Henry Víctor), que, como su propio nombre indica, es el forzudo del circo, y supuestamente el guapo guapíssssimo (digo “supuestamente” porque supongo que para la época entraría dentro del concepto de “guapo”, pero lo cierto es que a mí más bien me recuerda al Gigante Verde con un mal día).
Más adelante, Cleopatra ("Cleo" para los amigos) se entera de que el dinero de Hans se debe a una fortuna que ha heredado, y sus planes van más allá de seducirlo para sacarle cuatro caprichos: planea casarse con él para posteriormente envenenarlo y cobrar ella la herencia... pero lo que ella no sabe es que el resto de los llamados “Freaks” la están vigilando, conocen sus planes, y no están dispuestos a permitir que los lleve a cabo...

Actualmente, Freaks está considerada la obra maestra de su director, pero lo cierto es que en su época esta película lo hundió, hasta el punto de que, antes de “Freaks”, Browning había rodado, según he leído por Internet, más de cuarenta películas (no sé si será verdad, me parece un poco exagerado, pero lo que está claro es que, aunque no llegaran a cuarenta, sí rodó una gran cantidad), y tras “Freaks” sólo rodó cuatro largometrajes más, de no mucho éxito, tras los que se retiró definitivamente.

Por lo que he leído, fueron varios los motivos por los que la sociedad de la época rechazó “Freaks”, hay quien decía que Browning se había aprovechado de la condición de los actores que interpretan “Freaks” para ganar dinero aprovechando el morbo: hay que destacar que todos los “freaks” que aparecen en la película eran realmente tal y como se ven, no eran actores con maquillaje... de hecho, quitando a unos cuantos, no puede decirse que fueran “actores” propiamente dichos, por lo visto Browning se recorrió los circos de todo EEUU reclutando a este grupo de 15 personas, que realmente, como en la película, se ganaban la vida exhibiéndose en los circos -salvo el caso del actor Ángelo Rossitto (acondroplásico), que era actor profesional y más tarde se arrepentiría de su papel en la película y consideraría “Freaks” una ofensa a las personas de su condición. Posteriormente, este actor sería uno de los fundadores de “Little People of América”, una asociación muy importante de EEUU que defiende los derechos de las personas de talla baja.
Otros, sin embargo, rechazaron “Freaks” porque la consideraban una ofensa, no hacia las personas “diferentes”, sino hacia los "normalitos", ya que a medida que vamos viendo la película nos vamos dando cuenta de quienes son los verdaderos “monstruos”. Por lo visto, la gente de la época no estaba preparada para que le dijeran de un modo tan directo y tan crudo (porque es una película realmente cruda) cómo de miserable puede llegar a ser “esta nuestra sociedad” (homenaje a Juan Cuesta, presidente de la comunidad ¬¬*)... en otras palabras, no les gustó que les tirasen sus defectos a la cara.

Básicamente, estas dos opiniones fueron las que abrieron el debate sobre la intención de la película: hoy día nadie que vea la película tiene dudas de quienes son los verdaderos “freaks” pero, ¿Quienes eran para el director?

Lo cierto es que durante toda la película parece que claramente se está criticando el trato injusto que estas personas “diferentes” recibían por parte del resto de la sociedad (puede parecer que se exagera, pero Tod Browning trabajó en el circo en su juventud y sabía de lo que estaba hablando): se nos muestra a los “freaks” como lo que son, lejos de la imagen que den durante sus intervenciones en el circo (toda la película se desarrolla en los carromatos donde viven cuando no actúan) gente normal y corriente, que tiene sus problemas y sienten y padecen y se alegran y se entristecen como todo el mundo.

Sin embargo, es el final lo que resulta chocante: ya que estamos acostumbrados a que en las películas el “bueno” sea totalmente bueno y el “malo” totalmente malo; en cambio, los buenos de “Freaks” terminan llevando a cabo una venganza bastante brutal contra Cleopatra y Hércules, que no encaja con la imagen de super-bueno hollywoodiense que tenemos hoy día... este es otro motivo que hace que la gente se pregunte qué mensaje quería lanzar exactamente Browning con esta película.

En mi opinión, el mensaje está claro: esas personas, a las que se les trata de un modo tan injusto, son como tú, y, como tú, pueden ser muy “buena gente”, pero, también como tú, pueden tener un límite... no son hermanas de la caridad ni “freaks”, son como todo el mundo, con defectos y virtudes... porque, seamos sinceros, la venganza que llevan a cabo contra “Cleo” y “Herc” no será muy ética, pero también es cierto que, a medida que vamos viendo la película, cuando vemos las vejaciones a las que los protagonistas son sometidos, cuando vemos, por ejemplo, el final de la escena de la boda (cuando Cleopatra coge a hombros a Hans), nosotros, los propios espectadores, acabamos cogiéndoles bastante odio a los “malos” (y ese odio llega a su punto más álgido en la escena de la boda), y no deseamos precisamente que al final se vuelvan buenos y se les perdone su mala leche y todo quede olvidado en paz y armonía... quizá a la segunda vez de ver la película nos parezca un buen final, pero lo cierto es que a la primera les coges tanto odio que acabas deseando que los “freaks” les den un buen escarmiento (quizá no tanto como lo que les hacen, sobre todo a ella, pero sí quieres que les den una lección), como dijo una amiga cuando la veía conmigo, “¡Qué odio le estoy cogiendo a estos dos!”, y efectivamente, llegas a ese punto en el que el ser humano del s. XXI hace gala de otra de sus “inteligentes” costumbres: hablarle a la tele como si te escuchara, y en la escena de la boda, cuando Cleopatra tira el contenido de la copa sobre Ángelo Rossitto, entre las risas de Hércules, tú lo miras (a Ángelo) toda acalorada y le dices eso de “¡¡¡Pero pégales doh jostias bien dás, hombre!!!” (las “jostias” pa` los malos, se entiende).
No sé si el director pensó en esto cuando hizo la película (probablemente sí), pero desde luego es una buena forma de decirte, “Son como tú, con sus virtudes y sus errores, ni más ni menos”, de demostrarte claramente que todos somos iguales, ¿O acaso tú no deseas que esos dos acaben mal?

En definitiva, no pretendo, ni mucho menos, tener razón: si grandes expertos en cine no han logrado dejar claro si Freaks es una gran obra de crítica y reivindicación o una cinta morbosa que saca a relucir los peores instintos de uno mismo, no voy a pretender dejarlo claro yo (que tendré suerte si alguien logra llegar algún día al final de esta larguísima crítica, que ya parece un discurso de Fidel Castro), pero aún así, yo prefiero pensar en lo primero.

En mi opinión: Freaks es una crítica cruda, realista y directa, sin pelos en la lengua, a la sociedad de aquellos tiempos (¿Podría aplicarse a la actual? ¿Acaso hay mucha diferencia entre el bailecito alrededor de la mesa con Hans a hombros y los cazurros que se descojonan cuando una vaquilla alcanza a un integrante del Bombero Torero? Quizá habría que preguntarse porqué a los primeros les cogemos tanto odio y a los segundos los vemos tan normales), eso sí, quizá se pasó un poco en el final... del mismo modo en que a veces la propia gente se pasa, y en muchas ocasiones, pasada la euforia del momento, se arrepiente (de hecho, Hans se arrepiente al final).
En cualquier caso, yo creo que la conclusión que se pueda sacar de esta película nunca será unánime, y va a depender siempre del cristal con que se mire...yo, desde aquí, la recomiendo, ya que coincido en que es una obra maestra y una defensa de la diversidad... y la igualdad.
Por desgracia, como leí en otra crítica, siempre habrá quien la vea por pura curiosidad morbosa y no busque nada más allá... una pena, eso es desperdiciar un clásico, pero qué se le va a hacer.

Concluyendo (de una vez por todas), repito lo dicho:

LA RECOMIENDO.

De acuerdo... es un poquito incómodo verla subtitulada, y también hay a quien le resulta incómoda la ausencia de color, pero merece la pena... también es verdad que, aún estando subtitulada, en blanco y negro, con una trama sencilla (a simple vista, al menos) y sin un solo efecto especial, pocas películas me han “llegado” y me han hecho reflexionar como lo ha hecho ésta... curiosamente, una que me impactó tanto como “Freaks” fue “Alemania, Año: 0”... también en blanco y negro... al final va a ser cierto el ¿tópico? de que cuando el argumento es bueno sobra todo lo demás.

En fin, nada más (que creo que ya he dicho bastante): FREAKS: Pasen, vean, y saquen sus propias conclusiones.

lunes, 21 de septiembre de 2009

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Freaks De Tod Browning

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